Restauración de pintura de caballete
Los problemas más habituales en los soportes de tela son las deformaciones, desgarros, roturas, etc… donde es necesaria la recuperación de su integridad estructural, donde utilizamos diferentes técnicas como costuras, parches, injertos o bordes. Sólo cuando la tela esté demasiado debilitada, recurriremos al proceso de reentelado para reforzar el soporte y evitar un deterioro mayor.
La restauración de pintura sobre tela comienza con un exhaustivo examen organoléptico donde se estudia los materiales y la técnica para identificar los factores de deterioro y sus posibles causas.
Una vez determinado el estado de conservación, se realiza una propuesta de intervención detallada con las diferentes fases del proceso de restauración. Posteriormente se realizarán los tratamientos necesarios revisando cada proceso para obtener los mejores resultados posibles.
Protección de la capa pictórica, consolidación y sentado de color
Es muy habitual que las obras presenten levantamientos de desprendimientos de capa pictórica, por lo que se debe proteger mediante el empapelado para trabajar con la obra con mayor seguridad y en muchos casos poder realizar cambio de bastidor, un reentelado o un sentado de color, donde las escamas deprendidas vuelven a adherirse a la película pictórica.
Limpieza y eliminación de barnices oxidados
En muchos caso la legibilidad de la obra se ve comprometida por la suciedad acumulada en los estratos más superficiales, así cómo los barnices antiguos oxidados que suponen un riesgo para la conservación de la obra e impiden la correcta lectura de la misma.
Injertos, parches y reparación de desgarros
En la pintura antigua es muy habitual que el soporte presente desgarros y rotos provocados por golpes o por el propio desgaste de la tela, en muchos casos con antiguas restauraciones donde es necesario eliminarlas ya que suelen afectar de manera considerable a la obra.
En los casos en que la rotura es con pérdida de tejido es necesaria la colocación de injertos o hilos que recuperen la estructura del soporte y la integridad de la obra.
Estucado y reintegración cromática
Uno de los procesos finales es el estucado de las lagunas y pérdidas de estrato pictórico para conseguir una base sobre la que trabajar la reintegración cromática, que será la responsable de devolver a la obra la correcta lectura de la que en su día gozó.
Todas las técnicas de reintegración cromática están diseñadas para no contaminar los materiales empleados originales y son reversibles para garantizar el éxito en futuras restauraciones.